Economía de la Empresa. Prueba de Acceso a la Universidad para mayores de 25 años en universidades andaluzas. Prueba específica (9788467681642)
Detalles del Libro
Editorial | Editorial MAD |
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Edición | 1ª ed., 1ª imp.(13/04/2012) |
Páginas | 290 |
Dimensiones | 24x17 cm |
Idioma | Español |
ISBN | 9788467681642 |
ISBN-10 | 8467681640 |
Encuadernación | Tapa blanda |
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Conceptos básicos de economía de la empresa
La economía de la empresa es una disciplina que se encarga de estudiar cómo funcionan las empresas en el ámbito económico. Para comprenderla, es necesario tener claros algunos conceptos básicos.
En primer lugar, es importante entender qué es una empresa. Una empresa es una organización que se dedica a producir bienes o servicios con el objetivo de obtener beneficios económicos. Puede ser de diferentes tamaños y sectores, y puede estar formada por una sola persona o por un grupo de personas.
La economía de la empresa también se ocupa de analizar cómo se toman las decisiones en una empresa. Esto implica estudiar cómo se asignan los recursos, cómo se fijan los precios de los productos o servicios, cómo se gestionan los costes, entre otros aspectos.
Además, la economía de la empresa se preocupa por entender cómo se comportan los agentes económicos en el mercado. Esto implica analizar la demanda y la oferta de los productos o servicios, así como estudiar la competencia entre las empresas.
La economía de la empresa es una disciplina que se encarga de estudiar cómo funcionan las empresas en el ámbito económico, analizando aspectos como la toma de decisiones, la asignación de recursos, la fijación de precios, la gestión de costes, la demanda y la oferta, y la competencia.
Funciones y objetivos de la empresa
Las empresas tienen diferentes funciones y objetivos que guían su actividad económica. Estas funciones y objetivos pueden variar dependiendo del tipo de empresa y del sector en el que se encuentre.
Una de las funciones principales de una empresa es la producción de bienes o servicios. Esto implica transformar los recursos disponibles en productos o servicios que puedan ser vendidos en el mercado. Para ello, las empresas deben gestionar eficientemente sus recursos y optimizar sus procesos de producción.
Otra función importante de las empresas es la comercialización de sus productos o servicios. Esto implica identificar y satisfacer las necesidades de los consumidores, fijar precios competitivos, promocionar los productos o servicios, y distribuirlos de manera eficiente.
Además, las empresas también tienen la función de generar beneficios económicos. Esto implica que deben gestionar adecuadamente sus costes, maximizar sus ingresos y minimizar sus gastos para obtener beneficios.
En cuanto a los objetivos de las empresas, estos pueden ser diversos. Algunos de los objetivos más comunes son: maximizar los beneficios económicos, aumentar la cuota de mercado, mejorar la calidad de los productos o servicios, fomentar la innovación, contribuir al desarrollo sostenible, entre otros.
Las empresas tienen diferentes funciones, como la producción y la comercialización de bienes o servicios, y diferentes objetivos, como la generación de beneficios económicos y la satisfacción de las necesidades de los consumidores.
Organización y estructura de la empresa
La organización y estructura de una empresa se refiere a cómo se divide y se coordina el trabajo dentro de la organización. Esto implica establecer una jerarquía de autoridad, definir las responsabilidades y funciones de cada puesto de trabajo, y establecer los canales de comunicación.
En una empresa, es común encontrar diferentes niveles jerárquicos. En la cúspide se encuentra la dirección, que se encarga de tomar las decisiones estratégicas y de establecer los objetivos de la empresa. A continuación, se encuentran los mandos intermedios, que se encargan de coordinar y supervisar el trabajo de los empleados. Por último, se encuentran los empleados, que se encargan de realizar las tareas operativas.
Además de la jerarquía, también es importante establecer los departamentos o áreas funcionales de la empresa. Algunos de los departamentos más comunes son: dirección general, finanzas, recursos humanos, producción, marketing, ventas, entre otros. Cada departamento tiene sus propias funciones y responsabilidades, pero todos trabajan de manera coordinada para alcanzar los objetivos de la empresa.
En cuanto a la estructura de la empresa, esta puede ser de diferentes tipos. Algunos de los tipos de estructura más comunes son: estructura funcional, estructura divisional, estructura matricial, estructura por proyectos, entre otros. Cada tipo de estructura tiene sus ventajas y desventajas, y es importante elegir la más adecuada para cada empresa.
La organización y estructura de una empresa se refiere a cómo se divide y se coordina el trabajo dentro de la organización, estableciendo una jerarquía de autoridad y definiendo los departamentos o áreas funcionales.
Producción y costes
La producción y los costes son dos aspectos fundamentales en la economía de la empresa. La producción se refiere a la transformación de los recursos en bienes o servicios, mientras que los costes son los gastos necesarios para llevar a cabo esta transformación.
En cuanto a la producción, existen diferentes tipos de procesos productivos. Algunos de los más comunes son: producción artesanal, producción en serie, producción en masa, producción a medida, entre otros. Cada tipo de proceso productivo tiene sus características y requiere diferentes recursos y tecnologías.
En cuanto a los costes, estos pueden ser de diferentes tipos. Algunos de los costes más comunes son: costes fijos, costes variables, costes directos, costes indirectos, costes de producción, costes de distribución, entre otros. Es importante gestionar adecuadamente los costes para optimizar la rentabilidad de la empresa.
Además, es importante tener en cuenta el concepto de productividad. La productividad se refiere a la relación entre la cantidad de bienes o servicios producidos y los recursos utilizados para producirlos. Una mayor productividad implica producir más con menos recursos, lo que se traduce en una mayor eficiencia y rentabilidad.
La producción y los costes son dos aspectos fundamentales en la economía de la empresa, y es importante gestionarlos adecuadamente para optimizar la rentabilidad.
Análisis de la demanda y la oferta
El análisis de la demanda y la oferta es una herramienta fundamental en la economía de la empresa. Este análisis permite entender cómo se comportan los consumidores y los productores en el mercado, y cómo se determina el precio y la cantidad de un bien o servicio.
La demanda se refiere a la cantidad de un bien o servicio que los consumidores están dispuestos a comprar a diferentes precios. La ley de la demanda establece que, a medida que el precio de un bien o servicio aumenta, la cantidad demandada disminuye, y viceversa. Además del precio, otros factores que influyen en la demanda son: el precio de bienes relacionados, los ingresos de los consumidores, los gustos y preferencias, entre otros.
Por otro lado, la oferta se refiere a la cantidad de un bien o servicio que los productores están dispuestos a vender a diferentes precios. La ley de la oferta establece que, a medida que el precio de un bien o servicio aumenta, la cantidad ofrecida también aumenta, y viceversa. Además del precio, otros factores que influyen en la oferta son: los costes de producción, la tecnología, la competencia, entre otros.
El equilibrio de mercado se alcanza cuando la cantidad demandada es igual a la cantidad ofrecida. En este punto, se determina el precio y la cantidad de equilibrio. Si la cantidad demandada es mayor que la cantidad ofrecida, se produce un exceso de demanda, lo que puede llevar a un aumento de precios. Por el contrario, si la cantidad demandada es menor que la cantidad ofrecida, se produce un exceso de oferta, lo que puede llevar a una disminución de precios.
El análisis de la demanda y la oferta permite entender cómo se comportan los consumidores y los productores en el mercado, y cómo se determina el precio y la cantidad de un bien o servicio.
Mercados y competencia
Los mercados y la competencia son dos aspectos fundamentales en la economía de la empresa. Los mercados se refieren al lugar o medio en el que se encuentran los compradores y vendedores de un bien o servicio, y la competencia se refiere a la rivalidad entre las empresas que operan en un mercado.
Existen diferentes tipos de mercados. Algunos de los más comunes son: mercado perfectamente competitivo, mercado monopolístico, mercado oligopolístico, mercado monopolista, entre otros. Cada tipo de mercado tiene sus características y requiere diferentes estrategias por parte de las empresas.
En un mercado perfectamente competitivo, existen muchos compradores y vendedores, los productos son homogéneos, no existen barreras de entrada o salida, y los precios son determinados por la oferta y la demanda. En un mercado monopolístico, existe un solo vendedor, los productos son diferenciados, existen barreras de entrada, y el vendedor tiene cierto control sobre el precio. En un mercado oligopolístico, existen pocos vendedores, los productos pueden ser homogéneos o diferenciados, existen barreras de entrada, y los vendedores tienen cierto control sobre el precio. En un mercado monopolista, existe un solo vendedor, no existen sustitutos cercanos, existen barreras de entrada, y el vendedor tiene un control total sobre el precio.
La competencia entre las empresas es fundamental para el funcionamiento eficiente de los mercados. La competencia fomenta la innovación, la mejora de la calidad, la reducción de precios, entre otros aspectos. Además, la competencia también puede ser beneficiosa para los consumidores, ya que les permite tener más opciones y acceder a productos o servicios de mejor calidad y a precios más bajos.
Los mercados y la competencia son dos aspectos fundamentales en la economía de la empresa, y es importante entender cómo funcionan para poder tomar decisiones adecuadas.
Financiación y gestión financiera
La financiación y la gestión financiera son aspectos clave en la economía de la empresa. La financiación se refiere a cómo se obtienen los recursos necesarios para llevar a cabo la actividad económica de la empresa, mientras que la gestión financiera se refiere a cómo se administran y se utilizan estos recursos.
Existen diferentes fuentes de financiación para las empresas. Algunas de las más comunes son: recursos propios, préstamos bancarios, emisión de acciones, subvenciones, entre otros. Cada fuente de financiación tiene sus ventajas y desventajas, y es importante elegir la más adecuada para cada empresa.
En cuanto a la gestión financiera, esta implica tomar decisiones sobre cómo utilizar los recursos financieros de la empresa de manera eficiente. Algunas de las decisiones más importantes son: la inversión en activos, la financiación de la empresa, la gestión del capital de trabajo, la gestión de riesgos, entre otros. Una buena gestión financiera es fundamental para garantizar la viabilidad y el crecimiento de la empresa.
Además, es importante tener en cuenta el concepto de rentabilidad. La rentabilidad se refiere a la relación entre los beneficios obtenidos y los recursos utilizados para obtenerlos. Una mayor rentabilidad implica obtener más beneficios con menos recursos, lo que se traduce en una mayor eficiencia y rentabilidad.
La financiación y la gestión financiera son aspectos clave en la economía de la empresa, y es importante gestionarlos adecuadamente para garantizar la viabilidad y el crecimiento de la empresa.
Contabilidad y análisis de estados financieros
La contabilidad y el análisis de estados financieros son herramientas fundamentales en la economía de la empresa. La contabilidad se encarga de registrar, clasificar y resumir las operaciones económicas de la empresa, mientras que el análisis de estados financieros se encarga de interpretar y evaluar la situación financiera de la empresa.
La contabilidad se basa en el principio de partida doble, que establece que toda operación económica tiene un doble efecto, es decir, afecta al menos a dos cuentas contables. Algunas de las principales cuentas contables son: activos, pasivos, patrimonio neto, ingresos, gastos, entre otros. A partir de estas cuentas, se elaboran los estados financieros, como el balance de situación, la cuenta de resultados, el estado de flujos de efectivo, entre otros.
El análisis de estados financieros permite evaluar la situación financiera de la empresa y tomar decisiones adecuadas. Algunas de las herramientas más comunes para el análisis de estados financieros son: el análisis vertical, el análisis horizontal, el análisis de ratios, el análisis de liquidez, el análisis de solvencia, el análisis de rentabilidad, entre otros. Estas herramientas permiten identificar fortalezas y debilidades, evaluar la rentabilidad y la eficiencia, y comparar la situación financiera de la empresa con la de otras empresas del mismo sector.
La contabilidad y el análisis de estados financieros son herramientas fundamentales en la economía de la empresa, y permiten evaluar la situación financiera de la empresa y tomar decisiones adecuadas.
Marketing y estrategias comerciales
El marketing y las estrategias comerciales son aspectos fundamentales en la economía de la empresa. El marketing se encarga de identificar y satisfacer las necesidades de los consumidores, mientras que las estrategias comerciales se encargan de planificar y ejecutar las acciones necesarias para alcanzar los objetivos de la empresa.
El marketing se basa en el estudio del mercado y de los consumidores. Para ello, se utilizan diferentes herramientas, como la segmentación de mercado, el análisis de la demanda, la investigación de mercado, entre otros. A partir de esta información, se diseñan las estrategias de marketing, como la definición del público objetivo, la fijación de precios, la promoción de los productos o servicios, la distribución, entre otros.
Además, es importante tener en cuenta el concepto de marketing mix. El marketing mix se refiere a las variables que una empresa puede controlar para influir en la demanda de sus productos o servicios. Estas variables son: producto, precio, promoción y distribución. Es importante diseñar un marketing mix adecuado para cada producto o servicio, teniendo en cuenta las características del mercado y de los consumidores.
En cuanto a las estrategias comerciales, estas se basan en los objetivos de la empresa y en el análisis del entorno. Algunas de las estrategias más comunes son: estrategia de penetración en el mercado, estrategia de desarrollo de nuevos productos, estrategia de diversificación, estrategia de liderazgo en costes, estrategia de diferenciación, entre otros. Cada estrategia tiene sus ventajas y desventajas, y es importante elegir la más adecuada para cada empresa.
El marketing y las estrategias comerciales son aspectos fundamentales en la economía de la empresa, y permiten identificar y satisfacer las necesidades de los consumidores, y alcanzar los objetivos de la empresa.
Recursos humanos y gestión del talento
Los recursos humanos y la gestión del talento son aspectos clave en la economía de la empresa. Los recursos humanos se refieren a las personas que forman parte de la empresa, mientras que la gestión del talento se refiere a cómo se atrae, se desarrolla y se retiene el talento en la empresa.
El capital humano es uno de los activos más importantes de una empresa. Por ello, es fundamental contar con un equipo de trabajo competente y motivado. Para ello, es necesario llevar a cabo diferentes actividades, como la selección de personal, la formación y el desarrollo, la evaluación del desempeño, la gestión del clima laboral, entre otros.
Además, es importante tener en cuenta el concepto de gestión del talento. La gestión del talento se refiere a cómo se identifica, se atrae, se desarrolla y se retiene el talento en la empresa. Algunas de las actividades más comunes en la gestión del talento son: la identificación de talento, la planificación de la sucesión, el desarrollo de habilidades y competencias, la gestión del conocimiento, entre otros.
Los recursos humanos y la gestión del talento son aspectos clave en la economía de la empresa, y es importante gestionarlos adecuadamente para contar con un equipo de trabajo competente y motivado.
Responsabilidad social corporativa
La responsabilidad social corporativa es un concepto que se refiere a cómo las empresas asumen su responsabilidad con la sociedad y el medio ambiente. La responsabilidad social corporativa implica llevar a cabo acciones que vayan más allá de la mera búsqueda de beneficios económicos, y que contribuyan al desarrollo sostenible y al bienestar de la sociedad.
Algunas de las áreas en las que las empresas pueden llevar a cabo acciones de responsabilidad social corporativa son: el respeto a los derechos humanos, la protección del medio ambiente, la promoción de la igualdad de género, la lucha contra la pobreza, la promoción de la educación, entre otros. Estas acciones pueden ser llevadas a cabo de diferentes formas, como la adopción de políticas y prácticas responsables, la colaboración con organizaciones sociales, la inversión en proyectos sociales, entre otros.
La responsabilidad social corporativa no solo es beneficiosa para la sociedad, sino también para las propias empresas. Las empresas que adoptan prácticas responsables suelen tener una mejor reputación, una mayor lealtad de los clientes, una mayor motivación de los empleados, entre otros beneficios.
La responsabilidad social corporativa es un concepto que implica que las empresas asuman su responsabilidad con la sociedad y el medio ambiente, y que lleven a cabo acciones que contribuyan al desarrollo sostenible y al bienestar de la sociedad.
Internacionalización de la empresa
La internacionalización de la empresa es un proceso que implica la expansión de las actividades de la empresa más allá de las fronteras nacionales. La internacionalización puede ser una estrategia de crecimiento y desarrollo para las empresas, ya que les permite acceder a nuevos mercados, aprovechar ventajas competitivas, diversificar riesgos, entre otros beneficios.
Existen diferentes formas de internacionalización. Algunas de las más comunes son: la exportación, la inversión directa en el extranjero, la creación de alianzas estratégicas, la franquicia, entre otras. Cada forma de internacionalización tiene sus ventajas y desventajas, y es importante elegir la más adecuada para cada empresa.
Además, es importante tener en cuenta los aspectos culturales, legales y económicos de los países en los que se va a internacionalizar la empresa. Estos aspectos pueden influir en la forma en que se lleva a cabo la internacionalización, y es importante adaptarse a ellos para tener éxito en los mercados internacionales.
La internacionalización de la empresa es un proceso que implica la expansión de las actividades de la empresa más allá de las fronteras nacionales, y puede ser una estrategia de crecimiento y desarrollo para las empresas.
Innovación y emprendimiento
La innovación y el emprendimiento son aspectos fundamentales en la economía de la empresa. La innovación se refiere a la creación y aplicación de nuevas ideas, productos, servicios, procesos, entre otros, que generen valor para la empresa y para la sociedad. El emprendimiento se refiere a la capacidad de identificar oportunidades de negocio, asumir riesgos y llevar a cabo proyectos empresariales.
La innovación puede ser una fuente de ventaja competitiva para las empresas, ya que les permite diferenciarse de la competencia, mejorar la eficiencia, reducir costes, entre otros beneficios. Para fomentar la innovación, es importante crear un entorno favorable, promover la creatividad, invertir en investigación y desarrollo, entre otros aspectos.
El emprendimiento, por su parte, puede ser una fuente de crecimiento y desarrollo para las empresas. Los emprendedores son personas que identifican oportunidades de negocio, asumen riesgos y llevan a cabo proyectos empresariales. Para fomentar el emprendimiento, es importante promover la cultura emprendedora, facilitar el acceso a financiación, ofrecer apoyo y asesoramiento, entre otros aspectos.
La innovación y el emprendimiento son aspectos fundamentales en la economía de la empresa, y pueden ser fuentes de ventaja competitiva, crecimiento y desarrollo.
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